Nueva Tesis sobre el cuento (análisis) - Actividad 12


 En este apartado, Piglia analiza el comienzo y el final de un cuento: La simplicidad del comienzo y el no reconocimiento de la totalidad de la historia hasta el momento en que el final se cuenta. El final es aquel secreto que será revelado, no es un enigma sin descubrir. Es una forma de darle un cierre a la experiencia contada, una forma de proporcionar la verdad, y en algún punto contrasta con las expectativas del lector, que siempre desea  o imagina la continuidad de la historia.
Elabora también una comparación entre la escritura y la realidad. La temporalidad, elemento fundamental en el arte de la escritura, marca la terminación de la historia. Los tiempos en la realidad ya están marcados, son definidos, tenemos y vivimos una rutina ya planificada. En cambio, en la escritura  la temporalidad es relativa; la experiencia es infinita, pero los hechos pueden tomar un giro drástico y esto es gracias al final, que pone un punto a la infinidad de la narración, y genera sorpresa allí donde la historia podía seguir. Además cumple la función de elemento develador para comprender todo lo relatado. Puede ser a partir de un objeto, la aparición de otro personaje, un hecho, etc.
 La posición del narrador es un tema que también toca. En un mismo relato, la narración puede darse por un personaje y luego ser una voz artificial y externa a los hechos, proporcionando más datos y dándole un cierre definitivo a lo contado. Cambia así el paradigma de intriga que se ha tenido durante toda la historia.
 El vínculo de la escritura con la oralidad, concepto analizado por Borges, ocupa las páginas de esta tesis. Plantea que las novelas pierden ese formato de poder llevarlo a lo oral, porque le falta narrativa, porque no son concisas y a la vez detalladas. En cambio, es el cuento el que tiene como característica principal que exista un pasado implícito es decir, que no es necesaria una total descripción de todos los personajes y sucesos (como sí se hace en las novelas). Sino que se mantiene tácito y marca ese comienzo tan incierto y característico, terminando de moldear el relato en el final; sin perder descripción, simplicidad y manteniendo brevedad, lo que permite la oralidad.

 A continuación podemos analizar bajo esta lógica algunos cuentos ya vistos en este blog:

 El final de "Subjuntivo”, es completamente inesperado y revelador.  La transformación del narrador en uno de los personajes, es el elemento que le da significado a toda la historia y un cierre al enigma.

En “curas” de Silvya Molloy, el final desgarrador es casi inesperado. El pequeño relato no da indicios de lo que está por venir, pero cuando cuenta la situación de abuso, comprendemos que esa es la conclusión a la que quería llegar. Desde la mirada del lector, siempre con ganas de saber más, uno se pregunta qué habrá pasado con el doctor que cometió el acto de abuso, cómo será la vida de la mujer que lo está contando.

En el cuento “la cabeza de mi padre” el principio relata el final, como una estructura que Borges ha utilizado en sus cuentos. Desde el comienzo sabemos que el protagonista ha cometido un crimen y por eso está en un manicomio. El final no es un enigma, sino que confirma lo relatado al principio.

 Planteo algunas cuestiones que afirmo, pero que claramente pueden ser refutadas. Este análisis de los finales y sus alternativas me parece característico y exclusivo de algunos géneros literarios, como el policial, Terror. La trama como enigma y el final revelador lo veo como una estructura muy propia de estos géneros.

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