El espectador (cuento propio) - Actividad 18
El espectador (cuento propio) Estaba haciendo calor, el sol le quemaba la nuca. Luego de haber desempacado, Oliver se decidió por tomar sol en el balcón del hotel. Allí estaba: con la cabeza hirviendo pero contemplando la vista sin hacer caso omiso a ello. Había llegado a París. Desde su balcón tenia vista directa a un complejo de departamentos con ventanas muy parisinas en estructuras propias de la urbanización moderna. Le llamó la atención los diferentes personajes que se asomaban a sus ventanas: cada uno haciendo sus actividades, y Oliver expectante como si estuviese mirando la TV. Llegado el mediodía, se decidió por bajar a buscar algo de comida al sector de comedor del hotel. En el camino se encontró con el dueño quien le dio un par de indicaciones y el control remoto del aire acondicionado de la habitación. Era un hombre de estatura promedio, pecho prominente, con calva, una cara redonda, pero con unas ojeras que parecían absorber en sus profundid...